La carencia de vitamina D es una de las deficiencias alimentarias más comunes y puede tener graves consecuencias para la salud.

Vitamina D: la hormona del sol

La vitamina D es, en todos los sentidos, una vitamina muy especial.

En primer lugar, es la única vitamina capaz de ser sintetizada por el organismo.

En segundo lugar, es el único nutriente que el ser humano no puede obtener a través de la dieta, ya que la vitamina D se forma únicamente a partir de la luz solar.

Aunque la vitamina D está presente en cantidades mínimas en la alimentación, el organismo puede autoproducir grandes cantidades de vitamina D3 a través de la luz solar directa sobre la piel.

A diferencia de la mayoría de las otras vitaminas, la vitamina D no sólo actúa como reactivo en el metabolismo del cuerpo. El cuerpo la convierte en una forma similar a la hormona, regulando varios procesos fisiológicos. La vitamina D actúa prácticamente en todas las células del cuerpo. En efecto, gracias a los receptores específicos de la vitamina D, ésta regula el metabolismo celular e incluso la herencia genética.

Por lo tanto, la vitamina D es esencial para la salud de las células y, por tanto, para la salud en general. Actualmente se considera una de las piedras angulares de nuestro bienestar.

La deficiencia de vitamina D afecta a casi todo el mundo.

En los últimos años, varios estudios a gran escala han llegado a un resultado impactante: entre el 80 y el 90% de los europeos padecen una carencia de vitamina D. Es imposible lograr un estado de suministro en este punto crítico con una vitamina que no sea la vitamina D. Esta desafortunada situación se da en la mayoría de los estados al norte del paralelo 40, donde durante más de la mitad del año el sol no es lo suficientemente fuerte como para que el cuerpo pueda sintetizar la vitamina D.

Esto es especialmente preocupante ya que la vitamina D (también conocida como la vitamina del sol) está demostrando ser muy importante y esencial para la salud, más que una simple vitamina. Mientras que en el caso de muchas otras vitaminas la investigación dista mucho de ser explícita e indiscutible, la comunidad científica parece estar ahora de acuerdo en una cosa: la vitamina D desempeña un papel vital en nuestra salud y es también un importante factor de mortalidad.

Un estudio realizado en 2009 llegó a esta conclusión: se podrían salvar más de 18.000 vidas al año en Alemania si todo el mundo tuviera una ingesta de vitamina D suficientemente alta.

La causa de la deficiencia de vitamina D es la falta de luz solar

¿Cómo es posible que casi toda una población sea deficitaria en una vitamina tan esencial?

La causa principal se debe probablemente a nuestro estilo de vida. La vitamina D no sólo se asimila a través de los alimentos, sino que es producida principalmente por los rayos del sol en la piel. La ingesta dietética desempeña un papel menor, ya que muy pocos alimentos contienen vitamina D en cantidades adecuadas. La producción de vitamina D a través de la piel es, por tanto, un proceso especialmente esencial.

Y es precisamente este proceso el que probablemente sea la causa de una difusión tan amplia de la deficiencia de vitamina D. Aunque la exposición a la luz solar durante el equivalente a 15-30 minutos al día (según el tipo de piel) durante los meses de verano es más que suficiente para prevenir la carencia de vitamina D, la mayoría de los alemanes no reciben suficiente luz solar para garantizar un aporte adecuado de vitamina D.

La razón principal es que, en nuestra latitud, los rayos solares no son lo suficientemente fuertes y potentes en los meses comprendidos entre mediados de abril y mediados de octubre, y sólo entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Estas circunstancias no estimulan suficientemente la producción de vitamina D.

Otra causa es que hoy en día el sol se considera con frecuencia peligroso. La acción de los protectores solares bloquea los rayos UVB del sol, que son precisamente los responsables de la producción de vitamina D. Un factor de protección de 8 ya hace prácticamente imposible la producción de vitamina D. Los datos exactos sobre la cantidad adecuada de luz solar se detallarán más adelante en este artículo.

Mientras que se cree que un exceso de luz solar aumenta el riesgo de cáncer de piel, se cree que un exceso de luz solar conduce a una deficiencia de vitamina D. Por lo tanto, dependemos totalmente de la luz solar para mantener una buena salud a largo plazo.

A tener en cuenta

El peligro de la carencia de vitamina D es especialmente grave en el periodo invernal, ya que no hay suficiente luz solar para estimular la producción de vitamina D en la piel.

Por ejemplo, durante la temporada de invierno, muchas personas sufren una deficiencia de vitamina D. Esto es notable durante las grandes depresiones invernales, así como en presencia de un sistema inmunológico deficiente.

Síntomas de la carencia de vitamina D

¿Cómo reconocer una carencia de vitamina D? ¿Cuáles son los síntomas de la carencia de vitamina D?

Como ocurre con muchas vitaminas que también tienen un efecto profundo en nuestro organismo, en los casos de carencia leve de vitamina D aparecen síntomas que a primera vista pueden parecer poco característicos:

La fatiga, la depresión, la dificultad de concentración, la inmunodeficiencia, los mareos y los problemas cardiovasculares son los primeros signos aparentes de una carencia de vitamina D.

Sin embargo, las consecuencias tardías de la carencia de vitamina D son especialmente devastadoras. Una ingesta insuficiente de vitamina D a largo plazo se asocia actualmente a muchas enfermedades graves. Dado que la vitamina D regula el sistema inmunitario y actúa directamente sobre el ADN, las células y el sistema nervioso, parece que su carencia es un factor crítico en el desarrollo de muchas enfermedades.

La correlación entre la aparición de enfermedades autoinmunes y el desarrollo de ciertos tipos de cáncer es cada vez más clara.

Vitamina D y deficiencia ósea

Dado que la vitamina D regula la absorción del fósforo y el calcio, la deficiencia de vitamina D a largo plazo también tiene un impacto particular en la salud ósea. En ausencia de vitamina D, sólo se puede asimilar una cantidad muy pequeña de calcio a través de la dieta y, además, el organismo compensa la disminución de los niveles de calcio movilizando el calcio de los huesos. Con el paso del tiempo, los huesos lamentablemente sufrirán una desmineralización. En los niños, la carencia de vitamina D provoca raquitismo, una enfermedad caracterizada por desajustes y malformaciones óseas. En los adultos, esta carencia provoca principalmente osteomalacia y osteoporosis.

Tabla: Síntomas de la carencia de vitamina D:

Síntomas leves Consecuencias directas Enfermedades asociadas
-Fatiga
-Depresión
-Dificultad de concentración
-Sistema inmunológico débil
-Vértigo
-Problemas cardiovasculares
-Debilidad muscular
-Temblores musculares
-Dolor en las articulaciones
-Dolores de cabeza
Raquitismo/Osteomalacia -Enfermedades cardiovasculares
-Presión arterial alta
-Osteoporosis
-Infecciones gripales
-Enfermedades respiratorias
-Asma
-Diabetes tipo 2
-Demencia
-Esclerosis múltiple
-Arteriosclerosis
-Reumatismo
-Cáncer

Las consecuencias de la carencia de vitamina D

Además de los síntomas inmediatos, una deficiencia de vitamina D tiene consecuencias que aparecen por primera vez de forma tardía y no desencadenan ningún síntoma directo.

Numerosos estudios han demostrado que los niveles bajos de vitamina D están asociados a un alto riesgo de muerte prematura. (5, 6) La vitamina D es esencial para la salud celular, el sistema nervioso, el sistema inmunitario y el sistema cardiovascular.

La deficiencia de vitamina D a largo plazo afecta sustancialmente a todo el organismo, con repercusiones extremadamente graves en la salud general.

Un nivel de aceite bajo en un motor acorta gradualmente su vida útil. Del mismo modo, los niveles bajos de vitamina D aumentan el riesgo de muerte prematura

Gröber y Holick

La necesidad de vitamina D

La necesidad de vitamina D puede satisfacerse a partir de dos fuentes principales:

  • A través de la producción de la piel, que depende totalmente de la luz solar…
  • Gracias a la contribución proporcionada por la alimentación
  • El grado de necesidad varía según la altura, el peso y el metabolismo fisiológico del individuo. En los «hombres sanos» (que pesan unos 80 kg), se estima que esta necesidad es de aproximadamente 4000 UI al día. La mayor parte de esta necesidad está cubierta por el sol. Por término medio, sólo se ingieren 160 UI (4µg) de vitamina D al día a través de los alimentos.

Durante el verano, la vitamina D liposoluble se almacena en el tejido graso. Un tema que sigue siendo especialmente controvertido en la actualidad es la contribución de las reservas corporales a la ingesta global de vitamina D. La Sociedad Alemana de Nutrición recomienda una ingesta diaria de vitamina D equivalente a 800 UI (20µg) para evitar la carencia durante el periodo invernal.

Casi todos los investigadores consideran que esa dosis de vitamina D es insuficiente y, por lo tanto, recomiendan una ingesta diaria de al menos 2.000 UI (50µg) durante la temporada de invierno para prevenir su carencia. Sin embargo, un nivel óptimo de vitamina D sólo puede alcanzarse generalmente asimilando una dosis diaria de entre 3000 y 5000 UI (50µg). Una ingesta diaria de aproximadamente 5000 UI (100µg) se considera hoy en día indiscutiblemente eficaz.

Prueba de deficiencia de vitamina D

Para establecer la existencia de una carencia de vitamina D, es necesario realizar análisis de sangre. Durante estas pruebas, se examina el nivel de vitamina D, y más concretamente el nivel de la llamada 25-OH-vitamina D, es decir, la forma de vitamina D presente en nuestro torrente sanguíneo.

Los análisis de sangre pueden ser realizados por el médico de cabecera o directamente en casa. En la mayoría de los casos, los costes no están cubiertos por la Caja del Seguro de Enfermedad. Para realizar la prueba directamente en casa, se extraen unas gotas de sangre de la yema del dedo con una lanceta. De este modo, es posible evitar un viaje de ida y vuelta al médico y un análisis de sangre especialmente incómodo en la vena del brazo.

Tabla: Valores de laboratorio que determinan la deficiencia de vitamina D

Interpretación Valor en ng/ml Valor en nmol/l
Carencia    
Déficit 20-30 50-75
Valor Normal 30-60 75-150
Valor Elevado 60-90 150-225
Sobredosis > 150 > 375

Tratamiento para la carencia de vitamina D

¿Qué debo hacer si tengo un déficit de vitamina D? El tratamiento de la carencia de vitamina D tiene como objetivo normalizar el nivel de vitamina D en la sangre. Esta normalización puede conseguirse mediante el uso de suplementos de vitamina D, mediante la luz solar o acudiendo a un solárium.

El tratamiento se realiza en dos fases:

  • Tratamiento inicial: Se llenan las reservas del organismo hasta alcanzar el nivel deseado de vitamina D.
  • Tratamiento de mantenimiento: Se mantienen los niveles de vitamina D tal cual.

El tratamiento inicial es necesario cuando los análisis de sangre muestran una deficiencia grave de vitamina D, o cuando hay pruebas claras de deficiencia de vitamina D. Tras una carencia, es habitual que se agoten las reservas del organismo. Para conseguir un nivel sanguíneo estable, primero hay que reponer las reservas del organismo. La vitamina D se almacena en el tejido graso para compensar estas situaciones de carencia.

Un tratamiento de mantenimiento es especialmente necesario en el periodo invernal, cuando la cantidad de luz solar es insuficiente para que la piel produzca vitamina D.

En el periodo estival

El tratamiento de mantenimiento es la alternativa más sencilla, mejor y más económica a los baños de sol diarios: unos 20 minutos con los brazos extendidos y pantalones cortos suelen ser ya suficientes para cubrir las necesidades diarias. Lo ideal sigue siendo el sol suave de las mañanas y tardes de verano, durante el cual debe evitarse la aplicación de un protector solar que impida la producción de vitamina D.

Debido a la falta de luz solar, se recomienda la asimilación de suplementos de vitamina D. Dependiendo de la duración individual de la exposición al sol, los valores indicativos de la dosis varían entre 400 y 1000 UI.

En el periodo invernal

Durante la temporada de invierno, la radiación solar dista mucho de ser suficiente debido a la planitud del ángulo de incidencia del sol. Por ello, cada vez más expertos recomiendan la ingesta de vitamina D en forma de suplementos durante los oscuros meses de invierno. Según la Sociedad Alemana de Nutrición, 800 UI (20µg) al día son suficientes para prevenir una deficiencia.

Hallazgos recientes refutan esta estimación, por lo que se establece un valor orientativo de entre 2000 y 5000 UI al día.

Todavía no se ha considerado la posibilidad de enriquecer los alimentos con vitamina D para hacer frente a esta carencia ya generalizada.

El solarium puede ser una alternativa a los suplementos. Sin embargo, las opiniones científicas están algo divididas en este punto. Mientras que algunos científicos consideran que una visita semanal al solárium es una muy buena opción, otros recomiendan evitar por completo los soláriums, debido a la radiación UV excesivamente fuerte.

Deficiencia de vitamina D y cofactores

Las investigaciones actuales sobre la regulación y el metabolismo de la vitamina D indican que ésta debe considerarse como un todo con ciertos cofactores, sin los cuales la vitamina D no tiene ningún efecto. Estos cofactores son principalmente :

Vitamina K2

Activa las proteínas producidas gracias a la vitamina D, se encarga del transporte y la absorción del calcio asimilado a través de la vitamina D. Sin la vitamina K2, el calcio forma una peligrosa placa almacenada en los tejidos y órganos. La carencia de vitamina K2 está muy extendida, por lo que la vitamina D debe tomarse siempre en combinación con la vitamina K2.

Magnesio

El magnesio permite al organismo convertir la vitamina D3 en su forma bioactiva. En el caso de una carencia de magnesio, la vitamina D no tiene ningún efecto. Al mismo tiempo, las dosis elevadas de vitamina D pueden, por el contrario, desencadenar una carencia del mineral debido al consumo actual de magnesio.

Por lo tanto, en general, el magnesio debe prescribirse como parte del tratamiento inicial, pero también para la prevención, cuando todavía hay una sospecha de deficiencia.

 

La dosis adecuada de vitamina D en caso de carencia comprobada

En este contexto, recomendamos las siguientes dosis diarias para los tratamientos con vitamina D.

Valores orientativos para un adulto sano

Los siguientes valores orientativos pueden servir de guía:

  • Vitamina D: 50 UI por kg de peso corporal
  • Vitamina K2: 2-3µg por kg de peso corporal

Ejemplos para un tratamiento

Las siguientes dosis medias pueden utilizarse como parte de un tratamiento.

         
Tratamiento inicial Reposición de las reservas corporales tras una carencia. Ayuda a alcanzar rápidamente un nivel óptimo de vitamina D 1 vez 50.000 UI y luego 10.000 UI al día durante 4 semanas 200µg/día 200mg /día
Tratamiento de mantenimiento/prevención invernal Mantener niveles óptimos de vitamina D 3000 – 5000 UI 150 – 200µg/día (en caso de necesidad)
Tratamiento de mantenimiento/ Prevención de verano Mantener niveles óptimos de vitamina D 400 – 2000 UI 150µg/día (en caso de necesidad)
Sol en verano Mantener niveles óptimos de vitamina D 150µg/día (en caso de necesidad)

Prevención de la carencia de vitamina D

El grado de gravedad de las consecuencias de la carencia de vitamina D es aproximadamente equivalente al grado de facilidad con que se puede prevenir. El método más sencillo es tomar el sol a diario. Si el sol brilla, el cuerpo puede producir hasta 10.000 UI de vitamina D a través de la piel. La cantidad de luz solar necesaria para cubrir las necesidades de vitamina D depende de varios factores:

  • Estación/intensidad del sol
  • Tipo de piel
  • Tamaño de la superficie de la piel desnuda

Deficiencia de vitamina D en niños: raquitismo

Uno de los síntomas más graves de la carencia de vitamina D es el raquitismo. En los niños en crecimiento, la carencia de vitamina D provoca deformidades y desajustes óseos. La causa radica en la falta de mineralización ósea provocada por la deficiencia de vitamina D. Por desgracia, la carencia de vitamina D ha vuelto a ser un problema actual, especialmente entre los niños que viven en las ciudades. Esta enfermedad, que antes se trataba con aceite de hígado de bacalao, está reapareciendo poco a poco.

Por lo tanto, la ingesta óptima de vitamina D es de vital importancia, especialmente en los niños. Los bebés nacidos en invierno reciben con mucha frecuencia suplementos de vitamina D.

La carencia de vitamina D debe seguir previniéndose durante toda la infancia. Afortunadamente, la mejor manera de hacerlo es la de los niños: actividades frecuentes al aire libre y uso poco frecuente de la protección solar.

Deficiencia de vitamina D3

Las diferentes formas de vitamina D, es decir, la vitamina D3 y la vitamina D2, pueden ser en parte confusas.

La vitamina D3 (colecalciferol) se encuentra principalmente en los alimentos de origen animal y es también la forma química de la vitamina D producida por la piel. Por el contrario, la vitamina D2 (ergocalciferol) se encuentra en alimentos de origen vegetal, especialmente en las setas. Aunque no está presente de forma natural en nuestro organismo, puede convertirse en vitamina D3.

En la práctica, se considera que una deficiencia de vitamina D es una deficiencia de vitamina D3, y la mayoría de los suplementos correspondientes también contienen vitamina D3 como ingrediente activo. La vitamina D2 también es eficaz, aunque muchos investigadores suponen que su eficacia se reduce considerablemente.

Para las personas que siguen una dieta vegana, existe ahora vitamina D3 de origen vegetal, obtenida de líquenes.

Deficiencia de vitamina D durante el embarazo y la lactancia

La vitamina D no sólo influye positivamente en la fertilidad, sino que en general es esencial para el desarrollo del niño. Por ello, se recomienda que las mujeres embarazadas tomen suplementos de vitamina D, especialmente en invierno.

La vitamina D influye de forma decisiva en el desarrollo del sistema inmunitario, por lo que tanto el embarazo como la lactancia son hitos de importancia estratégica. Durante el periodo de lactancia, la cantidad de vitamina D presente en la leche materna no es suficiente para prevenir la carencia de vitamina D, por lo que muchos lactantes reciben suplementos de vitamina D.

Deficiencia de vitamina D y depresión

Todo el mundo lo conoce ya de forma más o menos acentuada: la depresión invernal. Aunque la falta de luz y los tonos grisáceos no contribuyen necesariamente a una mejora, es posible que este resentimiento se deba a una carencia de vitamina D.

En el caso de la depresión, la medicina alternativa recomienda mucho la luz solar y el tratamiento basado en la luz, y esta recomendación no es nueva. Los indicios repiten ahora que, efectivamente, los estados depresivos pueden deberse a la deficiencia de vitamina D causada por la falta de luz solar.

Deficiencia de vitamina D y pérdida de cabello

La deficiencia de vitamina D también está asociada a la caída del cabello, incluso en las mujeres, aunque éstas se ven mucho menos afectadas que los hombres. Este inconveniente está claramente relacionado con los receptores de vitamina D, que desempeñan un papel fundamental en el proceso de regulación del ciclo de crecimiento del cabello.

La propia vitamina D también parece tener un efecto inmediato en el crecimiento del cabello, como se ha demostrado en pruebas con ratones. En efecto, desde el punto de vista genético, en los ratones sin pelo, la asimilación de altas dosis de vitamina D estimuló una renovación del sistema capilar. Actualmente se están llevando a cabo nuevas investigaciones para determinar hasta qué punto este fenómeno es aplicable a los seres humanos.

Carencia de vitamina D: consecuencias graves que pueden evitarse fácilmente

Si se piensa en ello, la difusión generalizada de la carencia de vitamina D es tanto más trágica cuanto que es extremadamente sencilla de remediar.

Salir al aire libre y disfrutar del sol es una de las mejores maneras de prevenir muchas enfermedades, y no sólo en cuanto a la ingesta de vitamina D. Por eso, al igual que la ingesta de alimentos, esta actividad debería formar parte de la vida diaria de todos. Además del agua y los alimentos, las personas necesitan simplemente aire fresco, sol y actividad física para mantenerse sanas en general.

Los suplementos de vitamina D son especialmente útiles para las personas que pasan mucho tiempo en espacios cerrados, pero también en invierno, durante el embarazo y en los niños. De este modo, se puede superar el invierno con buen humor, con buena salud, y se pueden evitar graves secuelas.

Un comentario

  1. Yo sufro de vitamina D baja y tengo muchiiisima debilidad muscular el médico me recetó hidroferol hace un mes pero yo no noto nada de mejoría me he comprado unas que son de marca Nutralie y trae una cada 10 días es de 10.000IU puedo tomarme una diaria sin riesgo de intoxicación???

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